Debido a esta época en que las temperaturas han disminuido considerablemente, nuestro organismo podría estar más expuesto a recibir enfermedades respiratorias. Ante esto, es importante evitar los cambios repentinos de temperatura, no asistir a lugares muy concurridos y ventilar constantemente los espacios en casa. Así también, la alimentación juega un papel fundamental para el cuidado en esta temporada de otoño-invierno, ya que con esto se puede fortalecer el sistema inmunitario. Asimismo, en un comunicado, la nutricionista Evelyn Figueroa señaló quela nutrición desempeña un papel fundamental en la preparación de nuestro cuerpo para enfrentar los desafíos del invierno. Incluir los alimentos adecuados en nuestra dieta diaria puede hacer una gran diferencia en nuestra salud y resistencia en los meses fríos. A continuación, se detallan los cinco alimentos que beneficiarán el sistema inmunitario: Cítricos: Naranjas, mandarinas, limones, entre otros. son buena fuente de Vitamina C. Jengibre: Posee propiedad antiinflamatorias y antioxidantes que puede ayudar a prevenir resfriados y gripes. Ajo: Tiene propiedades antibacterianas y antivirales para evitar infecciones respiratorias. Yogur y productos fermentados: Contienen probióticos que permiten mantener una flora intestinal saludable Espinacas y verduras de hojas verdes: Son ricos en vitaminas A y C, además de las propiedades antioxidantes refuerzan el sistema inmunológico. Finalmente, la nutricionista aconseja utilizar estos alimentos en ensaladas, sopas, batidos verdes o como acompañamientos de platos principales.
Comer lentamente no solo te ayuda a disfrutar más cada bocado; es un camino hacia una mejor digestión y satisfacción. Beneficios de reducir la velocidad: Al comer despacio mejoramos nuestra digestión y potenciamos la sensación de saciedad. Además, disminuye la «tasa de ingesta» – es decir, la cantidad de alimento consumido por minuto – lo que puede significar menos calorías ingeridas y una mayor apreciación de los sabores. Ocho trucos para comer pausadamente: Sin distracciones: aleja el celular y apaga la televisión para centrarte en cada bocado y evitar comer a toda velocidad. Usa la mano no dominante: un simple cambio de manos puede enlentecer tus movimientos y hacer que te tome más tiempo llegar con cada bocado a tu boca. Posa los cubiertos: dejar los cubiertos sobre la mesa después de cada bocado, corta el ciclo de comer sin pausa. Ajusta las porciones: sirve raciones adecuadas. Ni muy pequeñas que hagan que te apures para servirte más, ni tan abundantes que sientas prisa por terminar. Elige texturas desafiantes: alimentos más duros requieren ingerir bocados más pequeños y suponen más tiempo de masticación. Cubiertos inteligentes: estos utensilios te avisan mediante luces o vibración si se está comiendo demasiado rápido. Sí, existen – el futuro es hoy. Prueba con palillos: cambiar los cubiertos habituales por palillos puede ser un divertido desafío que disminuye la ingesta. Evita usar los dedos: comer con utensilios siempre será más lento que con las manos. Comer lentamente es un arte que beneficia tanto a la mente como al cuerpo. Incorporar estos simples trucos puede transformar tu alimentación en un acto de salud y placer. Anímate a ralentizar, a degustar y a conectarte más con cada comida. Tu cuerpo te lo agradecerá con una digestión más eficiente y una mayor sensación de plenitud. ¡Buen provecho!
Debido a esta época en que las temperaturas han disminuido considerablemente, nuestro organismo podría estar más expuesto a recibir enfermedades respiratorias. Ante esto, es importante evitar los cambios repentinos de temperatura, no asistir a lugares muy concurridos y ventilar constantemente los espacios en casa. Así también, la alimentación juega un papel fundamental para el cuidado en esta temporada de otoño-invierno, ya que con esto se puede fortalecer el sistema inmunitario. Asimismo, en un comunicado, la nutricionista Evelyn Figueroa señaló quela nutrición desempeña un papel fundamental en la preparación de nuestro cuerpo para enfrentar los desafíos del invierno. Incluir los alimentos adecuados en nuestra dieta diaria puede hacer una gran diferencia en nuestra salud y resistencia en los meses fríos. A continuación, se detallan los cinco alimentos que beneficiarán el sistema inmunitario: Cítricos: Naranjas, mandarinas, limones, entre otros. son buena fuente de Vitamina C. Jengibre: Posee propiedad antiinflamatorias y antioxidantes que puede ayudar a prevenir resfriados y gripes. Ajo: Tiene propiedades antibacterianas y antivirales para evitar infecciones respiratorias. Yogur y productos fermentados: Contienen probióticos que permiten mantener una flora intestinal saludable Espinacas y verduras de hojas verdes: Son ricos en vitaminas A y C, además de las propiedades antioxidantes refuerzan el sistema inmunológico. Finalmente, la nutricionista aconseja utilizar estos alimentos en ensaladas, sopas, batidos verdes o como acompañamientos de platos principales.
Comer lentamente no solo te ayuda a disfrutar más cada bocado; es un camino hacia una mejor digestión y satisfacción. Beneficios de reducir la velocidad: Al comer despacio mejoramos nuestra digestión y potenciamos la sensación de saciedad. Además, disminuye la «tasa de ingesta» – es decir, la cantidad de alimento consumido por minuto – lo que puede significar menos calorías ingeridas y una mayor apreciación de los sabores. Ocho trucos para comer pausadamente: Sin distracciones: aleja el celular y apaga la televisión para centrarte en cada bocado y evitar comer a toda velocidad. Usa la mano no dominante: un simple cambio de manos puede enlentecer tus movimientos y hacer que te tome más tiempo llegar con cada bocado a tu boca. Posa los cubiertos: dejar los cubiertos sobre la mesa después de cada bocado, corta el ciclo de comer sin pausa. Ajusta las porciones: sirve raciones adecuadas. Ni muy pequeñas que hagan que te apures para servirte más, ni tan abundantes que sientas prisa por terminar. Elige texturas desafiantes: alimentos más duros requieren ingerir bocados más pequeños y suponen más tiempo de masticación. Cubiertos inteligentes: estos utensilios te avisan mediante luces o vibración si se está comiendo demasiado rápido. Sí, existen – el futuro es hoy. Prueba con palillos: cambiar los cubiertos habituales por palillos puede ser un divertido desafío que disminuye la ingesta. Evita usar los dedos: comer con utensilios siempre será más lento que con las manos. Comer lentamente es un arte que beneficia tanto a la mente como al cuerpo. Incorporar estos simples trucos puede transformar tu alimentación en un acto de salud y placer. Anímate a ralentizar, a degustar y a conectarte más con cada comida. Tu cuerpo te lo agradecerá con una digestión más eficiente y una mayor sensación de plenitud. ¡Buen provecho!